Rituales y creencias mayas en riesgo de desaparecer

José María Morelos, Q. Roo.- La península de Yucatán, es una región donde prevalecen tradiciones, costumbre y, sobre todo, perduran algunas creencias y rituales, por ejemplo; sabía usted que la vara del maíz, se debe doblar en luna grande, que la madera para una casa, también se debe talar en eso, días de plenilunio, hacerlo de otra manera vaticinaba un fracaso

La vida cotidiana de gran parte de la población maya de más de 50 años gira en torno a creencias, costumbres y rituales que rigen sus actividades, sobre todo, las importantes.

Rodolfo Ucán, un campesino de Pedro Moreno, destacó una costumbre ancestral en la milpa maya que se basa en “esperar la luna adecuada” para doblar la vara del maíz.

Cuando esté la luna grande, lo doblas, pero, cuando esté pequeña la luna, le pasa como le digo, se pica mucho, pero, cuando está grande la luna, se dobla, ya lo pones en tu troje, le pones cal encima, ya después, ya, si tú pelas, por ejemplo, hasta cien elotes, puede que salga dos picadas, si es que salen dos.

De la misma manera, cuando los campesinos iban a construir una casa, el corte de la madera a utilizar, debía ser con la luna “grande”, es decir, en luna llena, porque de lo contrario, el comején arruinaría la construcción en menos de un año.

Hay que cortarle en la luna grande, porque en la luna pequeña se pica rápido. Sí, hemos comprobado eso. También, córtalo en la luna, te dicen: no le entre nada, comején, nada, pero, si lo cortas en la luna pequeña, pues, esa casa, cuando, de vuelta de un año, ya se está cayendo.

Entre los rituales que prevalecen y, lamentablemente al paso del tiempo por diferentes factores se dejan de practicar se puede mencionar los ceremoniales mayas del Ch’aa Chaak, -para implorar por la lluvia y buen temporal-, previo a la siembra y el “Waaji Kool” o primicia, para agradecer por la buena cosecha.

Sin embargo, aunque esas prácticas se diluyen al paso del tiempo, la creencia perdura en la mente de los ancianos mayas, quienes, ven con nostalgia que todo este cúmulo de prácticas, difícilmente se preservarán si la gente ya no cree en este misticismo.

Juan Ojeda