<p class="ql-align-justify"><strong>José María Morelos, Q. Roo. - </strong>Por más de 40 años don Pedro ha vivido de su triciclo, fue de los pioneros en el hoy casi olvidado servicio del tricitaxi, una actividad en peligro de extinción, pues ahora, luego de haber sumado más de 800 tricicleros en su mejor momento, están casi como en sus inicios, cuando solo eran unos cuántos trabajadores del pedal</p><p class="ql-align-justify">Don Pedro Puga se ufana de haber ofrecido a todos sus clientes un servicio seguro; sobre sus espaldas pesan más de cuatro décadas de vivir del pedal, con cierta tristeza, admite que los mototaxis ganaron la batalla, se impusieron a sangre y fuego, quizá por la rapidez del servicio, pero que no siempre es seguro.</p><p class="ql-align-justify">Jamás he tumbado pasaje hasta ahorita, hasta ahorita, nunca he tumbado pasaje, gracias a Dios, esos, desde que entraron, puro accidente, son los que rentan moto, tienen que buscar para su gasolina, para su renta, y para él, y andan buscando pasaje por donde quiera y de ahí, pues a veces chocan...</p><p class="ql-align-justify">Recordó, primero era trasladar carga con su triciclo, el lugar más productivo era, por supuesto, el paradero de autobuses, después, habilitaron sus unidades para transportar pasajeros y fue así como nació este oficio del tricitaxista que, en sus mejores épocas, llegó a aglutinar hasta más de 800 personas.</p><p><br></p>