Ayuntamiento / José María Morelos
martes, 24 de mayo de 2022 13:16
José María Morelos, Q. Roo. - Entre hilo, agujas y suelas, transcurre la vida de don Felipe, un hombre de campo que hace más de dos décadas decidió que podía aprender el oficio de “zapatero remendón” y a partir de ello, ha trabajado sin descanso, dando nueva vida a zapatos que consideraban desahuciados
Hace más de veinte años, Felipe se sintió atraído por la reparación de calzado, según él, es autodidacta, pues nadie le enseñó, a partir de ello, inició por tiempo compartido su trabajo como reparador de calzado y como milpero.
Pues mira, el oficio no me lo enseñaron, nosotros vimos cómo y… lo hacemos, lo hicimos, y podemos hacerlo; ¡uuuy! Ya tiene 20 años o más, yo trabajaba también en el monte, en el campo, pero de tarde hacemos las chambas.
Al paso de los años, se volvió un experto y su trabajo no ha sido rechazado, al contrario, sus clientes son quienes le hacen la mejor promoción, pues sus tarifas también son justas.
Mira, es que también, si vas a chambear mucho, te lleva hasta medio día, dale y dale, y, ahora esto, pues, fíjate que esto, lo voy a pegar y costurarlo, me va a llevar una hora o más, 70 pesos.
Don Felipe afirmó que labora los 365 días del año y aunque eventualmente quisiera tomarse un espacio para relajarse o divertirse, finalmente, si en su taller existen pendientes prefiere dedicarse a trabajar, pues si bien, el oficio le da para mantener a su familia, no es tan rentable como para darse lujos.
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