<p class="ql-align-justify"><strong>José María Morelos, Q. Roo.- </strong>En apariencia, barrer y levantar basura de áreas públicas, es un trabajo de lo más sencillo, sin embargo, solo quienes realizan esa tarea saben los riesgos que cotidiana o eventualmente enfrentan.</p><p class="ql-align-justify">Detrás de cada desecho que levantan, siempre puede existir una amenaza, por ejemplo, y, aunque pareciera increíble, en al menos dos ocasiones, Benjamín Puc, se ha topado de frente con ofidios venenosos, afortunadamente, en ambos casos salió ileso.</p><p class="ql-align-justify">Pues, aquí, en esta parte de acá, solo, de peligro, peligro, esto de acá, como dos veces, dos víboras, estaban durmiendo allá y no me fijé, hasta lo tiré allá, cuando lo volví a mover, veo que se levantó, nada más…</p><p class="ql-align-justify">Señaló que, en efecto, su trabajo por lo general suele ser tranquilo, pero, eventualmente, existen algunas situaciones extraordinarias. Lo que es ineludible para ellos en el día a día, es que tienen que lidiar con la falta de conciencia de un gran número de personas que arrojan a la vía pública todo tipo de desechos.</p><p><br></p><p><strong>Juan Ojeda.</strong></p>