<p><strong>Por: Pepe Olguín </strong></p><p>Un buen partido no puede tapar años y años de mal trabajo del fútbol mexicano, el 30 de noviembre del 2022 pasará a la historia como el día en que la pelota mexicana entró en crisis.</p><p>Es digno de aplaudir la garra con la que salieron está noche los jugadores mexicanos al Estadio Lusail, es un ejemplo de lo que pudo ser este equipo.</p><p>Pero por diversos factores, además de solo anotar 2 goles y que Polonia tuviera una diferencia a favor de anotaciones provocó que el combinado azteca deberá regresar a casa antes de lo previsto.</p><p>Ya no podemos negarlo malas decisiones de los directivos, poca oportunidad a los jóvenes futbolistas y siempre preferir el beneficio económico que el deportivo, dan como resultado que después de 44 años la selección se quedará en la fase de grupos del torneo más importante del fútbol..</p><p>Lo importante para poder digerir este fracaso es aceptar que el deporte más popular y con mayor apoyo en el país desde hace mucho perdió la dirección y está en las manos incorrectas que solo provocan que estos resultados se repitan año con año.</p><p>Podríamos pasar horas lamentándonos y analizando todos los males que debe de enfrentar el fútbol mexicano para salir de la crisis pero no se trata de eso.</p><p>No soy ningún experto y no trato de dar la solución mágica con estas líneas simplemente soy un periodista que prefiere creer en que con una limpieza profunda de autoridades y con el líder correcto en 3 años y medio en casa la selección puede brindarnos esas alegrías que tanto nos gustan.</p><p>Porque al final del día el fútbol y en especial la selección mexicana es el elemento que une a la sociedad y que genera un sentimiento especial de felicidad, ilusión y patriotismo que muy rara vez tenemos en nuestra vida.</p>
