Reportaje "Mercado viejo"

Economía / Chetumal

<p style="text-align: justify;"><strong>Chetumal, Q.Roo.- </strong>El olvido, promesas incumplidas, la incertidumbre, y hasta la inseguridad tienen en un t&uacute;nel sin salida a peque&ntilde;os empresarios del &aacute;rea comercial del centro de Chetumal conocida como <u><strong>&ldquo;Mercado Viejo&rdquo;</strong></u> cuyo nombre oficial es <strong>Manuel Altamirano</strong> y representa una zona hist&oacute;rica para la capital quintanarroense.</p> <p style="text-align: justify;">Y aunque muchos tienden a ubicarla como una sola, la zona de cerca de una hect&aacute;rea de locales arrendados y propios, se divide en dos, el espacio espec&iacute;fico del mercado Altamirano y adyacente, est&aacute; la Plaza Chactemal. <strong>Los primeros son concesionarios de los locales, es decir, no son due&ntilde;os mientras que los segundos han invertido dinero y trabajo durante a&ntilde;os.</strong></p> <p style="text-align: justify;">Dos historias de comerciantes similares sobre todo cuando revisan los a&ntilde;os que los han sumergido en el cierre parcial o total de locales concesionados por el municipio Oth&oacute;n P. Blanco como sucede en el mercado donde los propietarios echan mano de todos los recursos posibles para sobrevivir.</p> <p style="text-align: justify;">Los locatarios del s&iacute;mbolo del comercio en Chetumal han optado por abrir cuando se puede o cuando se intuye un d&iacute;a de buena venta. Otra de las contantes es sacar su mercanc&iacute;a a los pasillos del inmueble con la esperanza de alguna ganancia que pague el sueldo de uno o m&aacute;ximo dos empleados y todav&iacute;a quede para los gastos personales cotidianos.</p> <p style="text-align: justify;">Compa&ntilde;eros de espacio y desventuras, divididos por una l&iacute;nea imaginaria, est&aacute;n los comerciantes de la Plaza Chactemal que anunciada con fanfarrias, su destino era brindar espacios para los ambulantes de la antigua terminal de autobuses de Chetumal que estaba en el mismo lugar donde hoy se respira el abandono.</p> <p style="text-align: justify;"><strong>Ese abandono que en cada campa&ntilde;a pol&iacute;tica parece desaparecer, pero se desvanece en cuanto los candidatos ocupan los puestos de elecci&oacute;n popular despu&eacute;s de las elecciones.</strong></p> <p style="text-align: justify;"><u>Las llamadas de rescate van desde las oraciones hacia figuras religiosas hasta las solicitudes a la clase pol&iacute;tica que ya de plano, en la &uacute;ltima campa&ntilde;a se asom&oacute; muy poco a conocer la problem&aacute;tica que asfixia a un sector que parece en extinci&oacute;n.</u></p> <p style="text-align: justify;">Parecer&iacute;a la cr&oacute;nica de una desaparici&oacute;n anunciada o negras intenciones para que los peque&ntilde;os empresarios abandonen el &aacute;rea que podr&iacute;a ocuparse para modernas instalaciones sin pagar indemnizaciones.</p> <p style="text-align: justify;">Parecer&iacute;a que m&aacute;s de 200 familias son encaminadas por fuerzas ocultas con otros intereses, a un t&uacute;nel sin salida.</p>