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miércoles, 11 de enero de 2023 12:42
Noticias Canal 10.- Las acciones sobre los seis temas son compromisos asumidos por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; cambio climático y medio ambiente, competitividad, migración y desarrollo, salud y seguridad regional.
Ambos países se reconocieron como vecinos, socios, lazos familiares, amistades y “valora, por encima de todo, la libertad, la justicia, los derechos humanos, la igualdad y la democracia. Este es el ADN norteamericano”.
En términos de diversidad, equidad e inclusión, los describen como la base de la fortaleza, vitalidad y resiliencia trilateral, “valora, por encima de todo, la libertad, la justicia, los derechos humanos, la igualdad y la democracia. Este es el ADN norteamericano”.
Junto con los pueblos indígenas, promueven el crecimiento liderado por indígenas, promueven soluciones innovadoras y sostenibles que fomentan la creación de empleo y priorizamos acciones que benefician a mujeres y niñas.
Revelan que “Mujeres indígenas de los tres países se reunirán en las próximas semanas para facilitar diálogos sobre prioridades y mejores prácticas, incluyendo en los ámbitos del desarrollo político, económico y social. Los tres países reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas en toda su diversidad con el objetivo de mejorar el apoyo financiero y político destinado a sus derechos”.
Sobre cambio climático y medio ambiente, México, Estados Unidos y Canadá buscan enfrentar la crisis climática y responder a sus consecuencias.
“Lograr nuestras respectivas contribuciones determinadas a nivel nacional para 2030 en virtud del Acuerdo de París, y trabajar juntos y con otros países para mantener un límite de temperatura de 1.5 grados Celsius al alcance. Para promover la aceptación de recortes ambiciosos en las emisiones, nos uniremos para alinear los enfoques sobre la estimación del costo social de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
El compromiso también incluye un enfoque innovador en la reducción de las emisiones de metano de todas las fuentes, con un enfoque renovado en la mitigación climática, la adaptación, la resiliencia y las emisiones de desechos, como una campaña local de fuente de energía limpia.
Además de la exploración del desarrollo del hidrógeno en América del Norte, la producción y adopción de vehículos de cero emisiones, y la transición a combustibles más limpios.
En materia de competitividad, reconocieron los beneficios que trae el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, y señalaron que “para atraer inversiones de alta calidad, impulsar la innovación y fortalecer la resiliencia de nuestras economías, reconociendo los beneficios que trae el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”.
El objetivo es construir una cadena de suministro regional más sólida y brindar acceso a industrias clave del futuro, como semiconductores y baterías para vehículos eléctricos, que se espera que tengan una gran demanda para acelerar el desarrollo y la infraestructura de los vehículos eléctricos.
Se llevará a cabo un diálogo público-privado y un mapeo de la cadena de suministro para abordar los desafíos y oportunidades comunes.
El comunicado también decía que “Los minerales críticos son un componente esencial para acelerar la transición de energía limpia de América del Norte. Cada país revisará y mapeará las reservas existentes y potenciales de recursos minerales críticos en la región, cuidando el medio ambiente, respetando las comunidades locales y adhiriéndose a altos estándares éticos”.
Con respecto a la migración y el desarrollo, los países de América del Norte han asumido compromisos bajo la Declaración de Los Ángeles con respecto a las rutas tradicionales de inmigración, incluido el trabajo conjunto para facilitar la movilidad, entre otras cosas, y han asumido estos compromisos.
Señalan que desde junio, los tres países han visto un número récord de migrantes y refugiados del hemisferio occidental bajo programas humanitarios y laborales recientemente ampliados.
Las acciones incluyen la integración de la protección de los refugiados y el desarrollo de capacidades para los migrantes y refugiados, la expansión de las vías tradicionales y el abordaje de las causas fundamentales y los impactos de la migración.
También llamaron a combatir la xenofobia y la discriminación contra inmigrantes y refugiados.
Dicen que “Crear condiciones a fin de mejorar la calidad de vida, especialmente en las comunidades marginadas que son vulnerables al desplazamiento y a la migración forzada interna y regional”.
En términos de salud se enfocaran en lanzar una versión actualizada del Plan Norteamericano para la Pandemia y la Influenza Animal (NAPAPI, por sus siglas en inglés) para mejorar la prevención, la preparación, la agilidad y la respuesta rápida a las emergencias de atención médica en América del Norte.
Determina que “El Grupo de Trabajo de Seguridad Sanitaria de América del Norte desarrollará y lanzará el nuevo y revisado NAPAPI como una plataforma flexible, escalable e intersectorial para fortalecer la preparación y la respuesta regional hacia una gama más amplia de amenazas a la seguridad sanitaria que incluya la influenza y más enfermedades”.
Los tres países se centrarán en construir sistemas de salud más fuertes y resilientes que mantengan felices a las personas.
Sobre la seguridad, se busca la prevención, reducción de daños, tratamiento y recuperación, así como fortalecer los esfuerzos trilaterales para combatir el uso de precursores químicos en la fabricación de sustancias ilícitas en América del Norte y detener el narcotráfico.
“Incluye acciones para frenar a actores ilegales y los delitos asociados a lo largo de nuestras fronteras compartidas, incluido el lavado de dinero, la explotación sexual infantil, la trata de personas y el tráfico de armas”, señala el oficio.
Los tres países continuarán su diálogo sobre la política de drogas de América del Norte y buscarán “la colaboración internacional más amplia para abordar la creciente amenaza mundial de drogas sintéticas, cuando Estados Unidos asuma la presidencia en 2023”.
La Redacción.
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