<p class="ql-align-justify"><strong>Noticias Canal 10.-</strong> La Península de Yucatán enfrenta una crisis ambiental alarmante, marcada por la contaminación del agua y la sobreexplotación de sus recursos hídricos. Recientes estudios han revelado niveles elevados de mercurio y arsénico en la sangre de los habitantes, así como en la leche materna, lo que se ha vinculado a un aumento en los casos de cáncer cervicouterino y de mama. Eduardo Batllori Sampedro, investigador del CINVESTAV, ha calificado esta área como un "foco amarillo" debido a los riesgos crecientes de salinización y escasez de agua.</p><p class="ql-align-justify">La situación se agrava con la falta de infraestructura adecuada para el manejo del agua en los municipios, donde el cambio constante de gobiernos dificulta una gestión eficiente. Aunque Mérida cuenta con 39 plantas de tratamiento, su capacidad es insuficiente para atender las necesidades de la población, ya que solo procesan entre 5 y 7 litros por segundo.</p><p class="ql-align-justify">Además, el uso excesivo de agroquímicos ha contribuido a la contaminación del acuífero, afectando tanto el medio ambiente como la salud pública. La erosión del suelo y la pérdida de vegetación se producen a un ritmo alarmante, con una pérdida anual de entre 20,000 y 30,000 hectáreas. La vulnerabilidad del anillo de cenotes, que abarca 58 municipios, es preocupante, ya que ya existe un déficit en la recarga hídrica frente a la extracción.</p><p class="ql-align-justify">El 97% del agua subterránea en esta región está contaminada por desechos urbanos y agroquímicos. La falta de redes de drenaje público ha llevado a que el 85% de las viviendas utilicen fosas sépticas o sumideros, lo que facilita la infiltración de contaminantes en el acuífero. Las granjas porcícolas y el crecimiento desmedido de desarrollos inmobiliarios son también factores clave en esta crisis.</p><p class="ql-align-justify">Para abordar estos problemas, Batllori propone reestructurar la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán en una Comisión Estatal del Agua para garantizar una gestión continua y responsable. La situación es crítica y requiere un compromiso colectivo para proteger este recurso vital y asegurar un futuro sostenible para la región.</p><p class="ql-align-justify"><br></p><p class="ql-align-justify"><strong>Con información de: Vanguardia.</strong></p>