Medio ambiente / Lo más relevante
viernes, 13 de diciembre de 2024 11:58
Noticias Canal 10.- En la última década, la población del arao común, un ave marina de plumaje blanco y negro que habita en las frías aguas del norte, ha experimentado un colapso significativo en Alaska, provocado por el cambio climático. Según un estudio publicado en Science, una inédita ola de calor marítima entre 2014 y 2016 en el Pacífico Norte eliminó cerca de 4 millones de estos ejemplares, casi la mitad de su población en la región.
Desde entonces, los araos comunes, frecuentemente confundidos con pingüinos, han mostrado escasas señales de recuperación, lo que apunta a cambios duraderos en su cadena alimenticia y en el equilibrio del ecosistema. Heather Renner, bióloga de una reserva en Alaska y coautora del estudio, destaca que este evento representa una de las mayores pérdidas de fauna documentadas en la historia reciente, atribuida directamente al impacto del calentamiento global.
Con apenas 40 centímetros de altura, el arao común es conocido por su resistencia, recorriendo grandes distancias para buscar alimento y buceando en aguas profundas. Sin embargo, la ola de calor que abarcó vastas zonas del Pacífico, de California a Alaska, provocó la muerte masiva de estas aves. Durante ese período, se encontraron unas 62,000 aves muertas o agonizantes a lo largo de las costas del Pacífico Norte.
La crisis se originó por una disminución en la calidad del fitoplancton debido a las altas temperaturas, afectando la disponibilidad de peces como sardinas y arenques, su principal alimento. A su vez, especies de mayor tamaño, que requerían más energía por el aumento de la temperatura del agua, compitieron con los araos por los mismos recursos. Estudios recientes estiman que el número de aves muertas ascendió a 4 millones, superando las previsiones iniciales.
La ola de calor no solo afectó a los araos, sino también a otras especies marinas como el bacalao del Pacífico, el salmón real y unas 7,000 ballenas jorobadas. No obstante, algunos animales, como los araos de pico grueso, lograron adaptarse gracias a una dieta más flexible.
Para los araos comunes, la recuperación sigue siendo incierta. La vida en colonias gigantescas, que anteriormente les ofrecía protección colectiva contra depredadores como las águilas, ha quedado debilitada debido a la reducción drástica de la población. Los expertos sugieren medidas de conservación, como la eliminación de especies invasoras en áreas de anidación y acciones urgentes para mitigar el cambio climático, como esperanza para garantizar su supervivencia.
Con información de Milenio
Algunos de estos articulos te pueden interesar :