Emigración, empujada por debacle de modelos económicos

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<p style="text-align: justify;"><strong>Noticias Canal 10.-&nbsp;</strong>La alta densidad poblacional en los pa&iacute;ses de Centroam&eacute;rica, con 136 habitantes por kil&oacute;metro cuadrado &ndash;el doble que en M&eacute;xico o el qu&iacute;ntuple que en Per&uacute;&ndash;, ha generado una explosi&oacute;n en los centros urbanos de la regi&oacute;n, exenta de industrializaci&oacute;n y paralela al debilitamiento de la econom&iacute;a rural, <strong>con un mercado laboral que s&oacute;lo ofrece empleos formales a cuatro de cada 10 trabajadores y salarios que representan la d&eacute;cima parte de lo que se paga en Estados Unidos, detalla la Comisi&oacute;n Econ&oacute;mica para Am&eacute;rica Latina y el Caribe </strong>(Cepal) sobre las causas del fen&oacute;meno migratorio.<br /> <br /> Los migrantes de El Salvador ya representan 22 por ciento del total de la poblaci&oacute;n de su pa&iacute;s, los de M&eacute;xico 8.9, los de Honduras 6.9 y los de Guatemala 5.8, dice el organismo en su&nbsp;<em>Diagn&oacute;stico, &aacute;reas de oportunidad y recomendaciones</em>&nbsp;del Plan Nacional de Desarrollo Integral que elabor&oacute; para las cuatro naciones.<br /> <br /> <em><strong>&quot;Encuestas recientes sobre migrantes y remesas mostraron que cerca de 40 por ciento de esas personas de Guatemala, Honduras y El Salvador ten&iacute;an empleo cuando decidieron salir de sus pa&iacute;ses. Su inter&eacute;s no era la b&uacute;squeda de empleo, sino de una ocupaci&oacute;n con mayor productividad laboral que les permitiera generar ingresos m&aacute;s altos, aunado a la demanda de mano de obra en Estados Unidos&quot;</strong></em>, indica la comisi&oacute;n al sostener que el desempleo no debe considerarse el factor fundamental de las migraciones.<br /> <br /> Adem&aacute;s, se&ntilde;ala que una tercera parte de los&nbsp;<em>sin papeles</em>&nbsp;originarios de El Salvador, Guatemala y Honduras deportados por Estados Unidos v&iacute;a &aacute;rea son mayoritariamente varones, casi una cuarta parte habla ingl&eacute;s, tiene en promedio 28 a&ntilde;os y 70 por ciento cuenta con estudios de bachillerato, t&eacute;cnicos o incluso de universidad.<br /> <br /> Poca inversi&oacute;n f&iacute;sica se realiza en la zona, ya que apenas representa 15 por ciento del producto interno bruto (PIB) de los tres pa&iacute;ses y la poblaci&oacute;n carece de seguridad social.<br /> <br /> La Cepal agrega que dichos problemas est&aacute;n vinculados con las secuelas de guerras, violencia e inseguridad con altas tasas de homicidios y feminicidios, as&iacute; como con las sequ&iacute;as cada vez m&aacute;s prolongadas y lluvias intensas por los efectos del cambio clim&aacute;tico que ocasionan la p&eacute;rdida o abandono de tierras por campesinos que padecen hambre y desnutrici&oacute;n, entre ellos los caficultores, para quienes ya no es rentable cultivar el arom&aacute;tico por el desplome de su precio internacional.<br /> <br /> <strong><em>&quot;La composici&oacute;n de las recientes caravanas de migrantes indica que una parte eran campesinos e ind&iacute;genas cultivadores de caf&eacute; en sus regiones de origen (aproximadamente 30 por ciento de la caravana que cruz&oacute; M&eacute;xico en noviembre de 2018), afectados por la crisis del producto en 2018, en la que se combinaron los impactos del cambio clim&aacute;tico y la ca&iacute;da del precio internacional del grano por la concentraci&oacute;n de la industria&quot;</em></strong>, indica.<br /> <br /> <u>Desde 2014, precisa, han aumentado la pobreza y el da&ntilde;o ecol&oacute;gico en la regi&oacute;n a consecuencia del fen&oacute;meno&nbsp;<em>El Ni&ntilde;o</em>, ya que las familias campesinas han perdidos sus cosechas, se han endeudado e incluso han tenido que vender sus tierras y viviendas, por lo que su &uacute;nica opci&oacute;n para sobrevivir ha sido emigrar a los centros urbanos de sus pa&iacute;ses o al extranjero.</u><br /> <br /> El modelo econ&oacute;mico actual, sentencia la Cepal, est&aacute; agotado y as&iacute; lo demuestran el &quot;<em><strong>crecimiento econ&oacute;mico insuficiente, la falta de empleos y su precarizaci&oacute;n; la prevalencia de bajos ingresos; las malas condiciones de trabajo; las crecientes brechas salariales con Estados Unidos y la divergencia en Centroam&eacute;rica; la alta propensi&oacute;n al consumo, y el sesgo importador del modelo</strong></em>&quot;.</p> <p style="text-align: justify;"><u>Fuente: La Jornada.</u></p>