<p class="ql-align-justify"><strong style="background-color: rgb(247, 247, 247); color: rgb(0, 0, 0);">Víctor Sánchez Baños.- </strong>Muchos en la 4T se preguntan: ¿Donald Trump es un peligro para México? Entiendan, es un hombre de negocios. Ha escrito libros exitosos al respecto y nadie se le ha ocurrido acudir a ellos para conocer al adversario en la mesa de negociaciones.</p><p class="ql-align-justify">Como breviario cultural, él escribió: El Secreto del Éxito: en el trabajo y en la vida; Queremos que seas Rico, con Robert Kiyosaki; Cómo hacerse Rico; Piensa como Multimillonario; Toque de Midas; El Arte del Acuerdo; Los Mejores Consejos de Bienes Raíces que he Recibido; América Debilitada y Grande Otra Vez, entre otros.</p><p class="ql-align-justify">¿Es un peligro para México? La respuesta es complicada, pero tenemos que valorar los intereses de Estados Unidos y del republicano, para encontrar el punto donde confluyan con las necesidades de México. Si a la mesa de negociaciones no llevamos a negociadores profesionales, claro que es un peligro. De lo contrario, será un encuentro entre talentos.</p><p class="ql-align-justify">Pero, antes de pasar al tema comercial, veamos qué es lo que esperan los estadounidenses, independientemente de su gobierno.</p><p class="ql-align-justify">Ahí están las encuestas de Gallup. Primero, está en la economía y el discurso del republicano estaba enfocado a impulsar los negocios, pelear los mercados internacionales y acabar con las guerras, que genera un alto gasto, que no es recuperable. Controlar la inflación es la clave. La gente votó por el bolsillo.</p><p class="ql-align-justify">Después, la migración, donde los latinos exigen mayor control. Ese fenómeno no trae, como en el pasado, bonanza. Ahora construyen cinturones de miseria y delincuencia. Que quede claro, no son todos; son una minoría y esta es la que empaña la imagen de millones de migrantes que van a trabajar y realizan el American Dream, al generar prosperidad para aquella nación. Repudia el ciudadano medio la agenda 2030, que genera problemas raciales y religiosos en Europa y EU. Allá, por ejemplo, sufren una invasión de criminales tanto de México como de Venezuela y Centroamérica. Por eso, Trump amenazó al cierre de su campaña. Si México no frena la migración y la exportación de drogas a la Unión Americana, castigará las exportaciones mexicanas con aranceles que van del 25 al 75%.</p><p class="ql-align-justify">Las guerras de Medio Oriente y de Ucrania deben terminar y prefieren invertir en producción que en fábricas de muerte.</p><p class="ql-align-justify">En fin, son muchos los aspectos que están en los intereses de los vecinos del norte. Ellos lo tienen muy claro. Sin embargo, en México ni el gobierno ni los sectores productivos ni políticos, entienden las necesidades específicas para el desarrollo armónico del país.</p><p class="ql-align-justify">Esto es importante para hacer políticas económicas y de seguridad nacional, coincidentes con nuestros socios comerciales.</p><p class="ql-align-justify">A partir del 20 de enero, Estados Unidos da un golpe de timón. Llega a la presidencia del país más poderoso, en lo militar y económico, un político mediáticamente duro y de una fuerte imagen de defensor de los intereses de su pueblo en el ámbito interno e internacional, es una señal que intimida a los extranjeros.</p><p class="ql-align-justify">Donald Trump, a su paso por la Presidencia en su primer cuatrienio, cumplió como todo político, una parte de sus promesas de campaña. Todo, mediático; todo para consumo de los estadounidenses. La foto del muro, el fin de guerras y el acercamiento a los enemigos de papel de Estados Unidos.</p><p class="ql-align-justify">Él vigilará lo que ocurra en su territorio y, como es natural, protegerá los intereses de su país. No pondrá, en ningún momento, encima de los intereses de los norteamericanos los de cualquier otra nación.</p><p class="ql-align-justify">México debe hacer lo mismo. Ese debe ser el objetivo del equipo de Claudia Sheinbaum. Y, su pieza clave, como hemos mencionado en este espacio, es Marcelo Ebrard, quien conoce muy bien a Trump y será quien revise el T-MEC al lado del canciller Juan Ramón de la Fuente. En el tratado hay poco margen de negociación, pero mediáticamente usará el tema para atraer simpatías de sus compatriotas.</p><p class="ql-align-justify">Hay que salir bien peinado en la foto y, de eso, Trump sabe demasiado.</p>