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sábado, 22 de junio de 2024 14:31
Noticias Canal 10.- Diez monjas clarisas españolas, que anunciaron haber tomado la decisión de separarse voluntariamente de la Iglesia católica y colocarse bajo la autoridad de un obispo no reconocido por la Iglesia, fueron excomulgadas por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien fue designado como comisario pontificio para manejar este asunto.
En un comunicado enviado el sábado a los medios de comunicación, el Arzobispado de Burgos, al que pertenece el monasterio de Belorado en el norte de España, donde residen las monjas, informó que Iceta ha emitido un decreto de excomunión y la expulsión inmediata de la vida consagrada para cada una de las 10 hermanas que se separaron en cisma.
Las monjas enviaron un burofax al arzobispado el viernes pasado, en el cual rechazaron presentarse ante el Tribunal Eclesiástico solicitado, argumentando que no reconocen su autoridad. Además, comunicaron de manera unánime e irrevocable su decisión de abandonar la Iglesia católica, afirmando que cualquier sanción canónica como la excomunión sería considerada nula.
El 13 de mayo, estas diez religiosas informaron públicamente su salida de la Iglesia católica para unirse a la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, fundada por el falso obispo Pablo de Rojas, quien fue excomulgado en 2009.
El Arzobispado señaló que, a pesar de la excomunión de las diez religiosas, aún existe una comunidad monástica conformada por las hermanas que no participaron en el cisma. Esto incluye a cinco hermanas mayores y otras tres que, aunque no se encuentran actualmente en el monasterio, son parte de la comunidad.
La excomunión de las diez religiosas implica que deben abandonar el monasterio de Belorado. Los servicios jurídicos del Arzobispado se reunirán el próximo lunes para analizar los pasos a seguir frente a esta nueva situación.
Además, estudiarán la documentación enviada por los abogados de las exmonjas, quienes contactaron con Mario Iceta el viernes mediante burofax para informarle que las clarisas habían establecido una comisión negociadora para buscar una solución pacífica y extrajudicial.
El conflicto se originó por la negativa de las autoridades eclesiásticas a permitir que las monjas vendieran un convento de su propiedad, que actualmente está vacío, con el objetivo de obtener fondos para la compra de otro monasterio.
La Redacción
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