<p class="ql-align-justify"><strong>Chetumal, Q. Roo.- </strong>A casi 20 años de que se construya el centro de salud de la comunidad de Xcalak, nunca contó con atención médica y, mucho menos, con medicamentos. Este lugar es un claro ejemplo de un “Elefante Blanco” que se ha convertido en todo, menos para atención hospitalaria, indicó Fortunato Herrera Vivas, habitante fundador.</p><p class="ql-align-justify">El entrevistado dijo que no puede contener su indignación al hablar sobre este lo que los habitantes conocen como el monumento al abandono. Según él, desde la administración municipal de Andrés Ruiz Morcillo se erigió este edificio con la promesa de brindar servicios médicos a la población.</p><p class="ql-align-justify"> Sin embargo, las palabras se desvanecieron en el aire y la realidad golpeó con fuerza: nunca hubo médicos ni medicamentos, solo una bodega abandonada. La historia de negligencia no termina ahí. Además del centro de salud fantasma, el pueblo también sufre la ausencia de atención en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo centro de atención dejó de funcionar hace tres meses. </p><p class="ql-align-justify">Los habitantes, como Fortunato Herrera, continúan pagando sus servicios médicos sin recibir nada a cambio. Mientras tanto, los residentes luchan por mantener su salud en un entorno donde la atención médica parece ser un lujo inalcanzable.</p><p class="ql-align-justify">El centro de salud de Xcalak, una vez concebido como un faro de esperanza para la comunidad, ahora se yergue como un símbolo de la desidia y el fracaso del sistema de salud. En un país donde la salud debería ser un derecho fundamental, Xcalak es un triste recordatorio de lo contrario.</p><p><br></p><p><strong>César Castilla </strong></p>