<p style="text-align: justify;"><strong>Noticias Canal 10.- </strong>Semanas antes de la reciente masacre en la escuela de Parkland, en Florida, la revista oficial de la Academia de Ciencias de EE.UU.<strong> publicó un estudio comparativo de los posibles motivos médicos de primer tiroteo registrado en un campus estadounidense</strong>. El hecho sucedió el 1 de agosto de 1966 en Texas y el caso es muy conocido en el país, al igual que el responsable: el exmilitar Charles Whitman.</p> <p><img height="auto" src=" https://s3-us-west-1.amazonaws.com/canal10/photos/48510/original.jpg?1518808559" width="100%" /></p> <p style="text-align: justify;">Durante décadas circuló en el mundo científico la hipótesis de que<strong> el terrible crimen que cometió el exmilitar pudo estar vinculado con un pequeño tumor cerebral</strong> que los forenses descubrieron en su cráneo. La nueva investigación, realizada por tres neurólogos y un experto en psicología moral, ha confirmado que existe una relación entre lesiones cerebrales y el impulso de matar.</p> <p style="text-align: justify;">Los científicos <strong>encontraron otros 16 casos en que los asesinos padecían de lesiones cerebrales</strong>. No hubo una región cerebral única que estuviera dañada en todos los casos. Sin embargo, funcionalmente todas las áreas patalógicas estaban conectadas en una misma red.</p> <p style="text-align: justify;"><u>Los tumores u otras lesiones habían afectado en los delincuentes los centros de control moral y de toma de decisiones basadas en valores, como también la responsable de razonamientos teóricos. Al mismo tiempo, las regiones involucradas con el control cognitivo y la empatía permanecían intactas.</u></p>