<p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif"><strong>Noticias Canal 10.- </strong>En Argentina desde hace algunos años las mujeres comenzaron a cuestionar el mandato de la 'maternidad obligatoria'. Aquella visión tradicional de que un hijo<strong><em> “te complementa”.</em></strong></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">Aquella mirada piadosa -<strong><em>"pobre, no habrá podido"</em></strong> sin margen para el <strong><em>“no habrá elegido”</em></strong>-. Aquello del instinto maternal como una bendición natural que viene con el útero y no como una construcción que viene con la experiencia. Aquello del <strong><em>“amor de madre” </em></strong>como un superpoder capaz de cualquier cosa: <em><strong>“la leona” </strong></em>y, su contracara, <em><strong>“la mala madre”.</strong></em></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">El rol impuesto por la sociedad, no obstante, ha hecho reflexionar a un buen número de mujeres, quienes deciden no tener descendencia. </span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">El caso que ha generado una amplia polémica, es el de Ailín Cubelo Naval, quien, a los 22 años, <strong>después de que un ginecólogo se lo negara dos veces, cambió de médico y logró concretar su anhelada ligadura de trompas.</strong></span></span></p> <blockquote> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif"><strong>"Te veo muy chica"</strong>, le dijo el ginecólogo cuando fue a ligarse las trompas.</span></span></p> </blockquote> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">Si bien la ligadura es el método anticonceptivo quirúrgico que suelen elegir las mujeres que ya tuvieron varios hijos y no quieren tener más, no es su caso.<strong><em> “Como a algunas personas el deseo de ser madres les es natural, para mí era natural no serlo. Me ligué las trompas porque no quiero tener hijos, ni ahora ni nunca”</em></strong>, comentó la joven a Infobae.</span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">En entrevista, dijo que iba a la primaria cuando pensó en la maternidad por primera vez. <strong><em>“Más o menos así debe haber sido para muchas mujeres o personas con capacidad de gestar. Me refiero a esos comentarios tipo ‘y ¿qué nombre le vas a poner a tus hijos?’ o ‘¿a qué edad querés ser mamá?’. Éramos nenas de 8 o 9 años pensando en tener hijos”</em></strong>, reflexiona ella, quien es estudiante de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires.</span></span></p> <blockquote> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif"><strong>"Para mucha gente, si tenés útero tenés que parir, es tu destino”</strong>, dice.</span></span></p> </blockquote> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">Ailín recién había empezado la secundaria cuando se dio cuenta de que no quería tener hijos. En aquel momento pensó<em><strong> “no, no quiero dedicarle 20 años de mi vida a una persona”</strong></em>, y ahora que es mayor tiene razones que define como <strong><em>“más catastróficas”: “¿Traer una persona más a este mundo así como está, a formar parte de esta sociedad, con esta escasez de recursos?, ¿vivir con miedo de que le pase algo si es mujer y con miedo de que haga algo si es varón?, ¿tener un hijo para dejar un legado? ¿qué legado?”</em></strong>, enumera y frunce el ceño.</span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">Nadie que la conozca se asombró: había tenido una buena infancia, no arrastraba traumas, era una decisión: La cuestión es que Ailín tuvo pareja y se cuidó durante cinco años con la suma de pastillas anticonceptivas y preservativos. Fue durante los últimos dos<em><strong> “que se me vino a la cabeza ‘pero si yo no quiero parir y creo que no quiero maternar...’". </strong></em>¿Entonces? ¿Por qué no pensar en un método a largo plazo?<em><strong> "Fue ahí que empecé a averiguar por la ligadura de trompas”</strong></em>, respondió.</span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">En busca de información, Ailín ingresó a un grupo de Facebook llamado<strong><em> “Ligadura de trompas- Argentina”</em></strong> donde al menos mil 200 mujeres y personas con capacidad de gestar comparten sus experiencias. Así se enteró de que la ligadura de trompas es un derecho garantizado por ley desde 2006.</span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">La ley dice, entre otras cosas, que la intervención debe ser gratuita, que no es requisito haber tenido hijos ni tampoco que a lamujer ña autorice el novio o el marido. También se enteró de que muchos profesionales de la salud ponen excusas y se niegan a hacerla, o se declaran objetores de conciencia y, en vez de decirles dónde pueden acceder al derecho, buscan la forma de convencerlas de que no lo hagan.</span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif">En abril de 2019, con 21 años, Ailín llegó al ginecólogo: <em><strong>“Le dije que quería ligarme y me dijo que no, que volviera en seis, siete meses, que lo pensara mejor porque me veía muy chica. Que tener hijos está bueno, que él tenía dos. Y me pidió una especie de pericia sicológica, como una nota de mi sicóloga que afirmara que estoy en mis cabales. Eso es totalmente ilegal. Me fui llorando del consultorio”.</strong></em></span></span></p> <p style="text-align:justify; margin-right:0cm; margin-left:0cm"><span style="font-size:12pt"><span style="font-family:"Times New Roman",serif"><u>Fuente: Excélsior.</u></span></span></p>