José María Morelos, Q. Roo.- ¿Cuántas veces ha escuchado a un adolescente o un adulto joven, quejarse de cansancio, agotamiento, pereza? Por el contrario, personas de la tercera edad imponen ejemplo de trabajo, esfuerzo, pero, sobre todo, dignidad, como la que demuestra don Pedro Puga, quien, a sus 77 años, desempeña dos trabajos, uno de ellos, que requiere un enorme fuerzo físico. A sus casi 77 años, don Pedro Puga realiza un trabajo que requiere fuerza y vitalidad, es pionero en el servicio de trici-taxista y, uno de los pocos que se mantienen en este transporte cien por ciento ecológico. Desde que empezó, cuando cobraban a 50 centavos el pasaje, hace como 30 años… El esfuerzo físico que este hombre realiza es enorme, pero, además, es su segundo trabajo, porque, durante la madrugada es trabajador de limpieza de áreas públicas en el ayuntamiento. Sigo trabajando acá en el ayuntamiento, a las dos de la mañana estoy en la calle barriendo, termino a las cinco, seis de la mañana, llego, me acuesto un rato, luego, me levanto, desayuno y salgo a “taxear”. Con casi ocho décadas sobre sus hombros, dice sentirse fuerte, precisamente porque hace mucho ejercicio en su trabajo como trici-taxista.

76, en este junio cumplo 77, gracias a Dios, siempre tengo fuerza para trabajar, me siento completo todavía para trabajar, sí, porque pues, es ejercicio que hacemos. Si se pone a descansar, el cuerpo se queda inservible. Con nostalgia, don Pedro, recuerda la época en que el tricitaxi era el trabajo del momento, en aquellos años circulaban unos 800 triciclos que transportaban pasajeros y, las ganancias oscilaban entre los 200 y 300 pesos por día, una pequeña fortuna en aquellos años, cuando declinaba el siglo pasado.