Cancún, Quintana Roo.- La construcción del proyecto ADAMAR en Bahía Solimán, Tulum, ha generado controversia debido a graves irregularidades en su desarrollo. Iniciada en noviembre de 2023, la obra comenzó sin contar con los permisos necesarios, incluyendo la autorización de impacto ambiental, la constancia de compatibilidad territorial y la licencia de construcción.

Antonella Vázquez Cavedon, directora de DMAS, expresó su preocupación por la falta de acción de las autoridades frente a la construcción irregular, que ha continuado a pesar de varias clausuras.

La activista también destacó que, en septiembre de 2024, un video del ingeniero Wilberth Esquivel reveló graves fallas estructurales en el edificio, lo que pone en riesgo tanto la seguridad de los habitantes como la estabilidad del ecosistema circundante.

El caso ha cobrado relevancia debido a las graves irregularidades estructurales documentadas, como la falta de estudios de mecánica de suelos y la construcción de más pisos de los autorizados. Además, la obra carece de planos adecuados, lo que aumenta aún más los riesgos de colapso. Ante estos hechos, DMAS ha decidido tomar medidas legales para frenar el avance del proyecto, solicitando que se registre preventivamente la demanda ambiental en el Registro Público de la Propiedad, con el fin de evitar que se formalice un régimen en condominio y que terceros adquieran propiedades en la zona.

El proceso judicial está en curso, y la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez ya ha ordenado la anotación de la demanda en el Registro Público, lo que se considera un paso crucial para proteger el medio ambiente y garantizar que se respeten las leyes urbanísticas.

La audiencia constitucional del juicio está programada para el 26 de febrero de 2025, donde se espera que se declare inválida la licencia de construcción. De ser así, la obra podría ser considerada irregular y, según el Reglamento de Construcción Municipal, deberá ser demolida para restaurar el ecosistema de Bahía Solimán.

Víctor Salazar