Cancún, Quintana Roo.- En las unidades médicas del IMSS en Quintana Roo, aproximadamente 1 de cada 10 pacientes atendidos presenta signos de violencia. Sin embargo, muchos de estos casos pasan desapercibidos debido a la falta de denuncias, ya sea por miedo, vergüenza o la normalización de las agresiones dentro del hogar. La violencia intrafamiliar sigue siendo un tema oculto, y las víctimas, especialmente mujeres, temen dar a conocer la verdad de sus lesiones por temor a represalias o por depender económicamente de su agresor.

Nidia Cuevas Medina, Coordinadora Delegacional de Trabajo Social del IMSS, explicó que a menudo las personas lesionadas justifican sus heridas con excusas como "me caí" o "me quemé con agua caliente". Estas explicaciones, aunque parecen inofensivas, ocultan la realidad de situaciones violentas que podrían ser prevenidas o tratadas con intervención oportuna.

El trabajo social en el IMSS juega un papel fundamental al detectar estos casos a través de entrevistas con los pacientes. Las trabajadoras sociales, entrenadas para identificar señales de abuso físico y emocional, realizan un seguimiento para ofrecer apoyo psicológico, jurídico y social a las víctimas.

Explicó que, en algunos casos graves, como cuando las lesiones son evidentes, se activa el protocolo con el Ministerio Público y la Fiscalía, lo que permite asegurar la protección de las víctimas y brindarles los recursos necesarios para salir de su situación.

Víctor Salazar