Playa del Carmen, Quintana Roo.- La participación de organizaciones civiles en la detección y prevención del VIH en México ha caído de manera alarmante. De acuerdo con la Asociación Red Positiva de Quintana Roo, el aporte de estas agrupaciones al tamizaje nacional pasó de representar el 56% en 2018 y 2019 a apenas el 4% en 2024 y 2025, lo que ha dejado prácticamente sola a la estructura gubernamental frente a una epidemia que continúa en ascenso.

Especialistas advierten que este retroceso responde a la falta de políticas públicas integrales y a un enfoque centrado casi exclusivamente en el tratamiento médico, dejando en segundo plano la prevención y la educación sexual. En Quintana Roo, la situación es particularmente preocupante, con más de mil nuevos diagnósticos de VIH cada año y un número significativo de personas que llegan a los servicios de salud en etapas avanzadas de la enfermedad, por no haber tenido acceso a un diagnóstico oportuno.

A este panorama se suma el repunte de otras infecciones de transmisión sexual, como sífilis y gonorrea, principalmente entre jóvenes. Las organizaciones alertan que existe una falsa percepción de protección total con el uso de la profilaxis preexposición, la cual no previene otras ITS.

Ante este escenario, colectivos civiles señalan que los esfuerzos institucionales siguen siendo insuficientes y que no existen campañas integrales dirigidas a poblaciones clave, como mujeres trans, trabajadores sexuales, personas migrantes y hombres con prácticas de riesgo, lo que mantiene encendida la alerta sanitaria en la entidad.