El funcionario explicó que estas acciones se derivan de la reforma educativa impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y responden a solicitudes de directores y padres de familia preocupados por la presencia constante de comerciantes informales cerca de los planteles.

Durante los recorridos, se detectan de cuatro a cinco vendedores por plantel, principalmente ambulantes que utilizan triciclos para ofrecer botanas, refrescos y golosinas, productos comúnmente considerados como “chatarra”.

El reglamento municipal establece que no se permite la venta ambulante dentro de un radio de 100 metros alrededor de los centros escolares, con el objetivo de prevenir el comercio informal y promover entornos más seguros y saludables para niñas, niños y adolescentes.

Canto Cambranis detalló que aproximadamente el 30% de los vendedores retirados son reincidentes, por lo que reconoció que se ha dado los casos de vendedores recurrentes, a los cuales se les levanta un acta y se les aplica una multa que va de 500 a 5 mil pesos, dependiendo de la gravedad y la reincidencia.

El director subrayó que estos operativos también buscan garantizar la seguridad peatonal, el libre acceso a las escuelas y la reducción del consumo de alimentos ultraprocesados, en concordancia con las disposiciones federales y locales que regulan la venta de estos productos en zonas escolares.

Joel Pool