De acuerdo con el reporte, el sistema mantiene una presión variable que fluctúa entre 999 y 1000 milibares lo que evidencia que aún no logra organizar su estructura interna. “No se ha conformado bien el ojo; días anteriores estaba desplazado y eso indica que el sistema sigue inclinado, lo cual impide que se fortalezca”, se explicó.

Además, los vientos cortantes en la atmósfera se mantienen fuertes, limitando el desarrollo vertical del sistema y evitando que alcance mayor intensidad. A esto se suma la influencia del frente frío número 9, que permanece sobre la costa este de Estados Unidos y se extiende hasta el Caribe, frenando parcialmente su desplazamiento.

Los pronósticos internacionales prevén que “Melissa” podría alcanzar categoría 3 o 4, e incluso llegar a categoría 5, al desplazarse hacia el norte del Caribe, con posibles impactos en Cuba, Haití y República Dominicana, donde ya se han emitido alertas por lluvias intensas, inundaciones y deslaves.

En cuanto a su influencia sobre México, particularmente en la Península de Yucatán, las condiciones son estables.

El fenómeno no representa peligro para Quintana Roo ni para la Península en general, aunque se recomendó mantener vigilancia ante posibles cambios súbitos.

Joel Pool