Cancún, Quintana Roo.- El acceso a la justicia para las mujeres en Quintana Roo continúa siendo un camino lleno de obstáculos, revictimización e indiferencia institucional, denunció la abogada Ariadne Song, representante del colectivo Xtabay y vocera de la Red de Víctimas Quintanarroense.

La abogada señaló que, para las mujeres, la vulnerabilidad es doble: enfrentan la falta de recursos económicos, la desconfianza familiar y una estructura institucional que minimiza sus denuncias, al tiempo que destacó que el acompañamiento jurídico y el trabajo de los colectivos han sido fundamentales para que los casos avancen, pues el sistema de justicia ha dejado de ser una vía confiable para las víctimas.

Explicó que la unión entre colectivas, asociaciones civiles y grupos como Madres Buscadoras ha sido el principal “escudo” ante la indolencia institucional y la intimidación. Recordó que muchas familias, como la de doña Carmen Peón o la de doña Mari, recurrieron a protestas porque “nadie las escuchó ni les creyó”.

Actualmente, la Red de Víctimas acompaña 350 casos, de los cuales 150 están en etapa intermedia y apenas 20 en proceso de sentencia. Esto representa solo el 10% de denuncias que logran ser judicializadas gracias al apoyo de colectivas, subrayó Ariande Song.

Sobre el Poder Judicial, la abogada afirmó que es “el peor evaluado del país, pero el que más recursos consume”, y que la reciente transición interna generó más retrasos. Denunció la ausencia de infraestructura mínima para mujeres y familias: no hay ludotecas, áreas adecuadas para alimentación de menores, ni protocolos de seguridad.

Ariadne Song insistió en que las instituciones de atención a mujeres están “simulando” el cumplimiento de compromisos de la Agenda 2030 y que no incluyen a colectivos en mesas de trabajo. Aunque reconoció algunos avances del gobierno estatal, consideró que “no son suficientes” y que la vigilancia ciudadana sigue siendo clave.

Finalmente, llamó a todas las mujeres que hayan sido víctimas de violencia a denunciar y a no tener miedo, pues el quedarse callada, alimenta la continuidad de violencia.

Joel Pool