<p style="text-align: justify;"><strong>Mérida, Yucatán.-</strong> El olor a las llamadas piedras, la venta de cerveza, los kibis, las guapas edecanes promocionando todo tipo de productos y aficionados disfrazados de melenudos resurgieron una vez más en el parque<strong> Kukulcán </strong>al regresar la pelota caliente a este templo de las emociones.</p> <p style="text-align: justify;"><strong>Allá, en la intimidad del dogout, donde comienzan los sueños, los recién ilustrados cascos, guantes bien ordenados y los bates nuevos, así como otros arreos, esperaban turno impacientes antes de que se escuche el grito de play bal</strong>l.</p> <p style="text-align: justify;">Aficionados, vendedores, jugadores y directivos, todos una vez más reunidos con la esperanza de volver a conquistar la copa <strong>Zaachila</strong> como se denomina al galardón que se otorga al campéon de la temporada.</p> <p style="text-align: justify;">Fiesta deportiva con foto oficial, colorido espectáculo multicolor lleno de luces, música y juegos pirotécnicos revivieron la afición del majestuoso parque dando paso a una nueva ilusión por la conquista de un nuevo campeonato.</p>