Cancún, Quintana Roo.— A más de tres semanas del paro de maestros en Quintana Roo, la impaciencia entre los padres de familia va en aumento, especialmente ante la cercanía de las vacaciones de Semana Santa y la falta de una fecha clara para el regreso a clases. Aunque algunos aún respaldan la protesta de los docentes, cada vez más familias expresan su preocupación por la afectación al ciclo escolar y la incertidumbre sobre las evaluaciones.
Cecilia Noemí Manzanilla, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Familia, señaló que la comunidad entiende las razones del paro, pero también exige soluciones para evitar más retrasos en la educación de los alumnos.
Uno de los puntos que más inquieta a las familias es la reducción del tiempo efectivo de clases, ya que, además del paro, se avecinan días de descanso oficiales, lo que podría impactar el desempeño académico de los estudiantes. Algunos docentes han mantenido contacto con sus alumnos a distancia, enviando ejercicios y materiales, pero esto no sustituye completamente las clases presenciales.
Por otro lado, el avance en las evaluaciones sigue siendo una incógnita. Según Manzanilla, hasta ahora no hay información clara sobre cómo se realizará la valoración de los aprendizajes, lo que genera aún más incertidumbre entre los padres. Aunque los maestros aseguran que el contenido programado ha avanzado de acuerdo con lo previsto, no hay un plan concreto para retomar las actividades escolares de manera formal.
Ante este panorama, los padres de familia han solicitado a las autoridades educativas una pronta solución que garantice tanto el respeto a los derechos laborales de los docentes como el derecho de los niños a recibir educación.
Víctor Salazar
