Mar. 21 Oct. 2025

CANCÚN RECUERDA EL HURACÁN QUE LO TRANSFORMÓ TODO

Martes, 21 de Octubre de 2025

Cancún, Quintana Roo.-Hace dos décadas, Cancún enfrentó uno de los capítulos más duros de su historia, el huracán Wilma, con categoría 4, que azotó la ciudad durante más de 60 horas, dejando tras de sí una zona hotelera devastada, calles anegadas, playas desaparecidas y miles de familias damnificadas. Hoy, a 20 años, quienes vivieron esos días aún recuerdan el miedo y el caos, como el director general del Hotel Flamingo, Roberto Cintrón, quien relató que, ese fenómeno no los tomó desprevenidos, pero nadie se imaginaba que duraría tres días enteros.

Wilma no solo rompió récords por su intensidad, sino también por su lentitud, su paso lento sobre el norte de Quintana Roo multiplicó el daño, por ello, se empezó desde cero y los representantes de la hotelería salieron a promover al destino, hablar con agencias de viajes, invertir en publicidad, fue un esfuerzo conjunto entre empresarios y autoridades para limpiar, reconstruir y reactivar la economía, pero, sobre todo, decirle al mundo entero que Cancún estaba de pie.

Las autoridades federales enviaron cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desde Tabasco incluso antes del impacto, previendo la magnitud del desastre, lo que ayudó a restablecer los servicios más rápido, pero, aun así, la recuperación tardó meses.

Por su parte, el presidente de Grupo Cancún, Abelardo Vara Rivera, revivió aquellos días con crudeza y nos contó que, lo primero que hizo fue mandar a su familia fuera de la ciudad, porque aquí no se podía vivir, pero también fue testigo de una solidaridad que no ha olvidado, pues los colaboradores se convirtieron en albañiles, carpinteros, electricistas, hacían de todo para levantar los hoteles y regresar a la normalidad.

Tras el paso del huracán, Cancún no solo tuvo que levantar muros y techos, hubo que reconstruir las playas que desaparecieron, pero con apoyo de los tres niveles de gobierno y de la iniciativa privada, se emprendió un proceso que marcó un antes y un después en la planeación turística del Caribe Mexicano, incluso, se considera que el huracán dejó una enseñanza colectiva que aún perdura, hoy hay más conciencia por parte de la hotelería, pero también de la población.

Ambos hoteleros coincidieron en que, la principal enseñanza de Wilma fue la unión y la preparación, en cada emergencia, México responde y fuimos testigos en 2005 y lo seguimos viendo ahora con otros desastres, por lo tanto, esa solidaridad es lo que más nos define.

Así que, a veinte años del huracán Wilma, Cancún es hoy una ciudad completamente distinta, más grande, más moderna, pero con la memoria viva de aquel octubre que lo cambió todo. Una ciudad que aprendió, entre el viento y la marea, que su mayor fortaleza está en su gente.

Silvia Fernandez