<p class="ql-align-justify"><strong style="color: rgb(5, 5, 5);">Jesús Amador.- </strong>Me queda claro -y creo que también a varios quintanarroenses-, que la decisión del gobierno de Quintana Roo por darle continuidad al fiscal Raciel López es para cumplir con el mandato de la reforma constitucional impulsada por la XVIII Legislatura y respetar los compromisos políticos contraídos a nivel nacional, pero sobre todo a la urgente necesidad de comenzar a ver resultados en el tema de la seguridad, sin duda, la asignatura pendiente.</p><p class="ql-align-justify">Resultaría ocioso -pero no menos importante-, hablar del malestar que expresa un amplio sector de los quintanarroenses por la continuidad de Raciel López (mal llamada reelección porque legalmente, después de la reforma, apenas inicia su mandato). Y escribiente está de acuerdo con la inconformidad que sienten esos ciudadanos, principalmente los que radican en el sur del Estado, quienes atribuyen a citado personaje el incremento de los delitos de alto impacto en la región. Pero también queremos entender el accionar de la cúpula, ese grupo encargado de guiar los destinos de Quintana Roo, quienes traen una estrategia de Seguridad y donde la experiencia de Raciel López juega un papel preponderante.</p><p class="ql-align-justify">Un cheque en blanco el periodo de los 12 años otorgados a Raciel López? Lo dudo, mismas condiciones fueron otorgadas a los tres anteriores fiscales (Escalera, Pech y Montes de Oca) y ninguno de ellos logró concluir su mandato, sus pésimos resultados y antipatía con el gobernante entrante, los obligaron a renunciar. Entonces, bajo tal historial, es obvio que el Chiapaneco y su equipo cercano deberá dar resultados, o en el 2027 también pueden "caminar".</p><p class="ql-align-justify">Pero veamos el asunto -la nueva elección de Raciel López como titular de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo- bajo el escrutinio social y político. En lo social, la reforma obligaba a Quintana Roo a nombrar un nuevo fiscal o darle continuidad a Raciel; por obvias razones optaron por lo segundo, y es sensato, bajo la tesitura que ya conoce las entrañas de la FGE y tiene el mapa geodelictivo. Y en lo político, la gobernadora cumple con su palabra.</p><p class="ql-align-justify">Mara Lezama tiene el conocimiento de la problemática que vive Quintana Roo, está consciente de la situación que los ciudadanos expresan, pero es cauta, sabe que el tema de la seguridad es la asignatura pendiente y busca resolverla o paliar a través de estrategias funcionales, no con el "hígado" o con decisiones unilaterales.</p><p class="ql-align-justify">Bajo esa óptica, cuando menos por el momento, Mara no puede darse el lujo de "echar a la calle" a Raciel López y mañana designar a "Juan Pech o el mismísimo Pedro Páramo", el objetivo es que las dependencias encargadas de procurar e impartir justicia cumplan con su encomienda.</p><p class="ql-align-justify">Sin duda, es enorme la encrucijada que tiene el Marismo para cumplir con la exigencia de los quintanarroenses en el tema de la Seguridad, pero este escribiente también confía en la apuesta: mantener a Raciel López como fiscal. Sería un error comenzar de cero a mitad de la administración.</p>