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Centro Médico ABC Cólicos con dolor incapacitante no es “normal”, conoce la endometriosis

Lunes, 25 de Agosto de 2025

Noticias Canal 10.- La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que afecta a un número importante de mujeres. Lamentablemente, con frecuencia, esta condición pasa desapercibida o se diagnostica en etapas avanzadas, generando un impacto negativo en la calidad de vida de aquellas mujeres que la presentan.

Se estima que en México entre el 10 y 20% de las que están en edad fértil la presentan y, de estas, el 35% puede tener infertilidad secundaria por la enfermedad, indica la Dra. Alejandra Alexia Álvarez Lozano, gineco-obstetra con maestría en reproducción del Centro Médico ABC.

Lamentablemente, con frecuencia, esta condición pasa desapercibida o se diagnostica en etapas avanzadas, generando un impacto negativo en la calidad de vida de aquellas mujeres que la presentan.

¿Qué es la endometriosis y por qué ocurre?

La endometriosis se presenta cuando el tejido endometrial, una capa de tejido que recubre el interior del útero y que es normal que se desarrolle, crece en sitios donde no debería estar. Estos implantes endometriales se pueden desarrollar en zonas como los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino y, en casos menos comunes, el diafragma o hasta el tórax.

El desarrollo de estos implantes fuera de la zona del útero provoca más que sólo dolor, también pueden desencadenar inflamación crónica o afectar el funcionamiento de órganos cercanos, aumentando el riesgo de infertilidad.

La causa exacta de la endometriosis aún no se conoce por completo, indica la Dra. Álvarez, existen diversas teorías que intentan explicar su origen, como los factores genéticos, alteraciones inmunológicas o el desarrollo anómalo de células pluripotenciales que pueden transformarse en tejido endometrial.

Pero la teoría más aceptada es debido a la menstruación retrógrada. En la menstruación, el organismo femenino elimina, a través de la vagina, el tejido endometrial que recubre el interior del útero cuando no se produce un embarazo. Este tejido, junto con sangre y moco cervical es lo que se expulsa en un ciclo regular y, en condiciones normales, el flujo menstrual sigue un recorrido descendente desde el útero hasta el exterior. Pero, en la menstruación retrógrada, parte de este contenido viaja en sentido contrario, a través de las trompas de Falopio y hacia la cavidad pélvica.

En la mayoría de las mujeres con menstruación retrógrada, el cuerpo absorbe o elimina este tejido sin problema, sin embargo, en algunas personas, estos fragmentos pueden implantarse y crecer fuera del útero, dando origen a diversas condiciones, incluyendo la endometriosis.

Esta situación se presenta principalmente en mujeres en edad reproductiva, entre los 25 a 35 años; aún así es posible que tanto adolescentes como mujeres en la etapa de menopausia pueden llegar a desarrollarlo.

La enfermedad se clasifica en cuatro grados, dependiendo de la extensión y severidad de las lesiones:

Mínima: pequeños implantes y poca o nula presencia de tejido cicatricial.

Leve: mayor número de implantes y formación inicial de adherencias.

Moderada: implantes más profundos y adherencias más extensas.

Severa: múltiples implantes profundos, grandes quistes en los ovarios conocidos como endometriomas y adherencias densas que comprometen los órganos pélvicos.

Identifica los síntomas y signos de alerta

Al hablar de endometriosis, uno de los grandes retos es identificar los síntomas, ya que con frecuencia se pueden confundir con molestias menstruales comunes, lo cual retrasa el diagnóstico y, por consiguiente, el tratamiento.

El síntoma más frecuente es el dolor pélvico, que se presenta durante la menstruación o dismenorrea y de forma crónica, aunque es posible que ocurra fuera de los días de sangrado. Este dolor suele ser incapacitante, esto significa que interfiere con las actividades del día a día y no logra mejorar con el uso de analgésicos convencionales.

Más allá del dolor, también pueden presentarse síntomas como:

  • Cólicos menstruales muy intensos.
  • Dolor durante o después de tener relaciones sexuales, dispareunia.
  • Inflamación abdominal.
  • Alteraciones gastrointestinales como diarrea, estreñimiento o dolor al evacuar.
  • Síntomas urinarios como sensación frecuente de orinar.

La Dra. Álvarez comenta que es importante destacar que no toda mujer con endometriosis presenta dolor; y que, aunque no es un síntoma, con frecuencia la endometriosis se asocia de manera importante con la infertilidad debido a que puede afectar tanto la calidad de los óvulos, como alterar la función de las trompas de Falopio o provocar adherencias que dificultan la concepción.

Un signo de alerta clave es la progresión del dolor, cuando una mujer nota que sus cólicos menstruales son cada vez más intensos, prolongados o si hay antecedentes familiares de endometriosis, es momento de buscar atención médica.

El nivel de estadio no siempre está correlacionado con la intensidad de los síntomas, por lo cual puede haber mujeres con endometriosis leve y dolor intenso; así como mujeres con endometriosis avanzada, pero con pocas molestias.

Diagnóstico y el correcto tratamiento de la endometriosis

La especialidad para abordar el diagnóstico de la endometriosis es la ginecología y obstetricia, y, en caso de que haya problemas para embarazarse, también se incluirá al especialista en reproducción.

El diagnóstico comienza con una evaluación clínica que incluye conocer la historia médica detallada de la paciente, la exploración física y el tacto bimanual que permite detectar masas o sensibilidad pélvica.

Posteriormente, se realizan estudios de imagen como el ultrasonido transvaginal, que permite identificar la endometriosis; y, para casos más complejos, la resonancia magnética ayuda a evaluar la extensión de esta enfermedad.

Aunque existen análisis de laboratorio como el marcador tumoral CA-125 o la interleucina-6, estos estudios únicamente permiten apoyar la sospecha, sin embargo, no se deben tomar como único estudio de diagnóstico.

El diagnóstico definitivo se obtiene a través de la laparoscopia, una cirugía mínimamente invasiva que permite visualizar directamente lesiones, clasificarlas y, en muchos casos, tratarlas en el mismo procedimiento.

La Dra. Álvarez señala que la endometriosis es una condición que no tiene cura, ya que, aunque la cirugía puede quitar los implantes de endometriosis, al tener un efecto estrogénico constante en la edad reproductiva, esta puede volverse a desarrollar, aunque existen tratamientos que permiten controlar los síntomas, frenar la progresión y preservar la fertilidad. Para su elección se deben considerar los síntomas de la paciente y sus objetivos reproductivos.

En aquellas mujeres que no presentan dolor, pero tienen infertilidad, la cirugía laparoscópica puede ser la mejor opción para eliminar las lesiones y aumentar las posibilidades de embarazo, y, con base en su clasificación postquirúrgica, evaluar si se requiere de alguna técnica de reproducción asistida.

Para pacientes con dolor intenso, pero sin interés reproductivo inmediato, se prioriza el control de la sintomatología y esto se puede realizar mediante la administración de analgésicos de forma programada, el uso de terapia hormonal combinada y otros fármacos en función a las necesidades específicas de cada paciente. Adicionalmente, también se puede incluir la cirugía laparoscópica para extirpar lesiones, liberar adherencias y preservar órganos reproductivos.

En casos de mayor gravedad y donde la mujer no desea preservar su fertilidad, se puede considerar la histerectomía con o sin ooforectomía, el retiro de ovarios; aunque este procedimiento se reserva sólo para situaciones extremas.

La enfermedad de la endometriosis depende de los estrógenos, por lo que en muchos casos los síntomas suelen mejorar de forma natural con la menopausia, momento en el cual los niveles hormonales de la mujer disminuyen; aún así, es posible que haya casos donde el tejido endometrial se mantenga activo o cuando la mujer recibe terapia de reemplazo hormonal.

La detección temprana permite que no progrese a estadios severos, ayuda a preservar la reserva ovárica, reduce el riesgo de daño a órganos como el intestino o la vejiga y mejora la calidad de vida.

En las mujeres con antecedentes familiares de endometriosis, se recomienda una valoración ginecológica preventiva, que incluya estudios de imagen en caso de que haya síntomas sospechosos.

Para concluir, la Dra. Álvarez recalca que el dolor incapacitante durante el periodo no es normal, a pesar de que muchas mujeres han aprendido a vivir con cólicos intensos, creyendo que forman parte natural de la menstruación. Lo cierto es que el dolor menstrual que limita las actividades cotidianas debe atenderse.

Aunque la endometriosis no es una condición mortal, sí puede tener grandes consecuencias en la vida de la mujer, afectando su salud física, emocional y reproductiva.

En el Centro de la Mujer del Centro Médico ABC se cuenta con personal altamente capacitado para abordar condiciones como la endometriosis, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la mujer.


El Heraldo