<p class="ql-align-justify"><strong>Noticias Canal 10.- </strong>A los 10 años, la mayoría de las niñas en México cursa su último grado de primaria, y entre los 12 y 14, asiste a secundaria. Sin embargo, la realidad para muchas es distinta: más de tres mil niñas menores de 15 años se convirtieron en madres durante 2023. Si se suman los casos de adolescentes de 15 a 19 años, la cifra asciende a 137 mil 660 nacimientos en ese año, según datos del INEGI.</p><p class="ql-align-justify">Hace casi una década, en 2015, la situación era alarmante: se registraron 402 mil 452 nacimientos de madres entre 10 y 19 años, lo que representaba casi una quinta parte de los partos en el país. De estos, el 2% (8,540 casos) correspondían a niñas menores de 15 años, una proporción que se ha mantenido sin cambios significativos.</p><p class="ql-align-justify">Para combatir esta problemática, en 2015 se lanzó la Estrategia Nacional para la Prevención de Embarazos en Adolescentes (Enapea), con el objetivo de erradicar los embarazos infantiles y reducir a la mitad la tasa de fecundidad entre adolescentes de 15 a 19 años para 2030. Aunque se ha logrado una reducción sostenida en la tasa de fecundidad en los últimos nueve años, el embarazo en edades tempranas sigue siendo un problema persistente en el país.</p><p class="ql-align-justify">En 2015, la tasa de embarazos en niñas de 10 a 14 años era de 15 por cada 10 mil; en 2023, esta cifra bajó a seis. Sin embargo, estados como Colima, Guerrero, Yucatán, Tlaxcala, Michoacán, Coahuila, Chihuahua, Puebla y Querétaro superan este promedio.</p><blockquote class="ql-align-justify">“Muchas veces se asocia esta problemática al sur del país, pero al analizar más de cerca, incluso en estados con tasas más bajas, hay municipios con cifras alarmantes de embarazo infantil y adolescente”, señala Vanessa Arvizu, coautora del estudio “Embarazo temprano en México. Panorama de estrategias públicas para su atención”, publicado por el Colegio de México (Colmex).</blockquote><blockquote class="ql-align-justify">Un análisis de EL UNIVERSAL revela que entre 2015 y 2023, más de 2.6 millones de niñas y adolescentes se convirtieron en madres en México, afectando su desarrollo educativo, laboral y perpetuando ciclos de violencia. “Parece un fenómeno que se transmite de generación en generación, resultado de desigualdades estructurales que enfrentan estas niñas y adolescentes”, concluye Arvizu.</blockquote><p class="ql-align-justify"><strong>Con información de EL UNIVERSAL</strong></p>