<p class="ql-align-justify"><strong>Cancún, Q. Roo.- </strong>La falta de alimentos en los hogares no solo afecta la nutrición, sino que también se ha convertido en un importante detonante de estrés y problemas de salud mental.</p><p class="ql-align-justify">Miguel Gutiérrez Pacheco, director de Cáritas Quintana Roo explicó que, estudios recientes destacan que la inseguridad alimentaria genera ansiedad, sentimientos de impotencia y afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños, quienes suelen estar más expuestos a las consecuencias emocionales de esta problemática.</p><p class="ql-align-justify">Señaló que esta situación puede desencadenar trastornos como depresión, insomnio y comportamientos de aislamiento social. Además, señalan que es fundamental abordar esta problemática de forma integral, combinando programas de apoyo alimentario con estrategias para fortalecer el bienestar emocional de las familias más vulnerables.</p><p class="ql-align-justify">Organizaciones civiles y autoridades han comenzado a implementar iniciativas para reducir el impacto de la falta de alimentos, pero expertos insisten en que los esfuerzos deben ser ampliados para enfrentar esta crisis de manera efectiva.</p><div><br></div><div><strong>Víctor Salazar.</strong></div><div><br></div><p><br></p>