La estupidez del ser humano se puede comprobar aquí

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<p style="text-align: justify;"><strong>Noticias Canal 10.-&nbsp;</strong>La cantidad de desastres que le han sucedido al planeta desde 2014 es mucho menor que la cantidad de <a href="https://elpais.com/tag/autofoto/a" target="_blank">selfis</a> que los habitantes de este planeta se han sacado en los sitios donde tuvieron lugar esos desastres. Parece una obviedad. Y lo es. As&iacute; estamos. <strong>Una mezcla explosiva de morbo, estupidez y tecnolog&iacute;a ha convertido esta pr&aacute;ctica, basada en el principio jungiano de que el ser humano encuentra la plenitud en el dolor ajeno</strong>, en la pen&uacute;ltima frontera que derriba el hombre de las redes sociales, un esp&eacute;cimen que es como el de Neandertal, pero con 4G.</p> <p style="text-align: justify;"><strong>Muchos marcan el arranque oficial de la era del selfi sacado en el lugar de la tragedia en 2015</strong>, cuando una banda de indocumentados se autorretrat&oacute; sonriente a los pies de un edificio colapsado en Nepal tras el terremoto que se cobr&oacute; la vida de m&aacute;s de 9.000 personas.</p> <p style="text-align: justify;">Desde entonces, perfectas oportunidades para un buen selfi se han sucedido en Indonesia tras el tsunami de 2018, en Londres despu&eacute;s del incendio de la Grenfell Tower en 2017, <strong>donde cay&oacute; un avi&oacute;n en Sumatra en 2015 o en el resort tunecino en el que el ISIS asesin&oacute; a 38 personas en 2017.</strong></p> <p style="text-align: justify;"><u>Pero tambi&eacute;n hay selfi del desastre retroactivo. Por ejemplo, los que se sacan en Chern&oacute;bil, sobre todo, <a href="https://elpais.com/cultura/2019/06/03/television/1559580562_280011.html" target="_blank">tras el &eacute;xito de la serie de HBO,</a> o la imagen de aquella muchacha que se autorretrat&oacute; feliz y dicharachera mientras visitaba Auschwitz en 2014. Fue vapuleada en los medios y desde la entidad que gestiona las visitas a tan infausto lugar. Pero como el hombre de las redes sociales no se achanta ante las amonestaciones, sino que las entiende como invitaciones, aquella imagen que deber&iacute;a haber significado el fin de una tendencia result&oacute; ser la que propuls&oacute; una nueva moda.&nbsp;</u></p> <p style="text-align: justify;"><u>Fuente: El Pa&iacute;s.</u></p>