<p class="ql-align-justify"><strong>Cancún, Q. Roo.- </strong>En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra el 3 de diciembre, la escuela primaria Ramón Bravo Prieto, en Cancún, se convierte en un modelo de inspiración y compromiso con la inclusión. Con más de 26 años de experiencia, esta institución ha sido pionera en integrar a estudiantes con y sin discapacidad, demostrando que la educación inclusiva es posible cuando se eliminan barreras normativas, didácticas y actitudinales.</p><p class="ql-align-justify">Durante un emotivo homenaje, organizado con el apoyo del programa USAER 04N, estudiantes y maestros participaron en actividades que destacaron el valor de la inclusión. Una de ellas fue el uso de Lengua de Señas Mexicanas para el juramento a la bandera, en colaboración con una alumna con discapacidad auditiva.</p><p class="ql-align-justify">Leticia Durán Cop, maestra del área de aprendizaje, explicó que estos eventos buscan sensibilizar a la comunidad escolar y a los padres, fomentando un cambio cultural que desmantele los prejuicios hacia las personas con discapacidad.</p><p class="ql-align-justify">Además de las actividades diarias, la escuela impulsa programas como La Escuelita de Papá y Mamá, que capacita a los padres para apoyar el aprendizaje de sus hijos en casa, y utiliza conferencias virtuales para conectar a estudiantes con otros países, fortaleciendo el aprendizaje intercultural.</p><p class="ql-align-justify">Entre sus logros más destacados se encuentra la historia de Pedro Contreras, exalumno con discapacidad visual, quien recibió el Premio Juventud en 2017, consolidándose como un ejemplo de superación y éxito.</p><p><br></p><p><strong>Víctor Salazar.</strong></p>