José María Morelos, Quintana Roo.- Como tantos jóvenes de la época, residía en Cancún por motivos de trabajo, una tarde, mientras esperaba transporte para ir a su casa, un ebrio al volante lo embistió, prensándolo contra un árbol.

Despertar de la anestesia y descubrir que le han amputado ambas piernas, podría demoler a cualquiera, pero, Isaías asumió que aún tenía mucho por vivir.

Al despertar de la cirugía me estaban diciendo que todo iba a estar bien, que no me preocupara; o sea, como que me estaban ocultando lo de las piernas, pero yo, voy metiendo así mi mano bajo las sábanas y descubrí de que no estaban y ya este… pero, tengo una fe cristiana, desde en ese entonces, y gracias a eso, siento que no me afectó.

Un año después, tras concluir sus terapias, regresó a su terruño, donde, el entonces presidente municipal Sergio de la Cruz, le ofrecióun empleo, del cual, actualmente ya se encuentra pensionado, tras 40 años de servicio, sin embargo, siente que tiene mucho para aportar, así que, se hizo de un mototaxi y, a diario recorre las calles de la ciudad, proyectando un gran ejemplo de tenacidad.

Que, a veces llevo gente que tiene un familiar, un hijo así que tiene una discapacidad, a veces me cuentan ellos que el muchacho está muy desanimado y platican los padres con ellos y me mencionan a mí y me dan de ejemplo a aquel muchacho, al que tiene alguna discapacidad, que se siente así, desmoralizado y todo eso y, me siento bien al saber que esa gente me da como ejemplo para que, aquellos muchachitos que tienen esa discapacidad puedan cambiar de idea, de sentimientos, de mentalidad.

Ante una sociedad en la que, personas de todas las edades se quejan de la falta de oportunidades, desde su misma experiencia, invitó, en especial a los jóvenes a esforzarse para salir adelante con honradez y dignidad, porque cuando se tiene fe y voluntad, todo es posible.